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Emprendimiento ¿Un bálsamo para la crisis?

Emprendimiento ¿Un bálsamo para la crisis?

El tejido empresarial de la Europa «unida» está compuesto básicamente por emprendedores. En España, el 99,88% de las empresas son pymes, el colectivo que más empleo supone para el país y el motor de crecimiento y desarrollo de nuestra economía históricamente. Y así lo creen en el actual Gobierno, que recientemente aprobaba la esperada Ley de Emprendedores para dar un impulso definitivo a un amplio sector de la sociedad que no termina de ver la luz al final del tunel. Y es que en el Ejecutivo están convencidos de que el emprendimiento y el autoempleo se afianzan ya como un bálsamo frente a la crisis. «Los emprendedores están en la hoja de ruta del Gobierno desde el principio de la legislatura», asegura Miguel Ángel García, director general del Trabajo Autónomo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

 

Con la amplia bateria de medidas que incluye la nueva regulación se pretende beneficiar a un total de 2,3 millones de pymes y autónomos, amén de fomentar el espíritu emprendedor a lo largo de toda la vida educativa, la internacionacialización de estas empresas y el abaratamiento del coste inicial de constituir una sociedad, por ejemplo, con la creación de la figura de sociedad limitada de formación.

Esta misma semana, el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, declaraba que la nueva Ley está abierta a retoques -ya que está en trámite de enmiendas- si el objetivo final de los mismos es mejorar la situación laboral de los emprendedores españoles. El Gobierno «está completamente abierto a debatir cada uno de sus puntos esenciales, en términos de mejorar los incentivos fiscales, los estímulos en las cotizaciones, la seguridad jurídica y la internacionalización», dijo.

Mientras, los expertos consultados coinciden en que esta norma responde a una necesidad objetiva de reestructuración en relación con las condiciones de operatividad de las pymes, ya que «España está pletórica de emprendedores», en palabras del propio Montoro. Así, el ministro de Hacienda resumía algunas de las principales medidas incluidas en la Ley de Emprendedores diciendo que se destinan a promover la cultura emprendedora entre los jóvenes, a apoyar la liquidez de los nuevos proyectos, a luchar contra la morosidad, a abaratar y agilizar la puesta en marcha de estos negocios, a eliminar cargas y obstáculos en el desarrollo de su actividad y a facilitar la entrada de inversores extranjeros en España.

«De la mano de los emprendedores podremos recuperar la senda de creación de empleo, que es nuestra prioridad», aseguraba el director general del Trabajo Autónomo recientemente en la clausura del Curso de Verano de la UCM «Aprender a emprender desde la Universidad». García recordó además el «virulento efecto de la crisis actual, que se ha llevado mucho tejido productivo sano» y reconoció que «si las medidas se hubieran adoptado antes, probablemente se hubiera evitado gran parte de la destrucción de empresas». No en vano, desde que comenzara la crisis y hasta finales de 2012 en España se ha destruido la mitad del empleo de toda la Unión Europea. «Desde el Gobierno pensamos que lo primero era restablecer la confianza y la credibilidad de nuestros socios europeos», afirmaba al respecto. El gran problema, aseguró, es que «cuando vence el crédito hay que refinanciar la deuda y ahora no te la refinancian con lo cual no se pueden sufragar servicios sociales como la Sanidad, la Educación, etc…».

Asumir riesgos

La falta de financiación, pues, uno de los problemas por resolver del sector que echa para atrás muchos proyectos de negocio en España. Y es que el riesgo que asumen los emprendedores es fundamental para el desarrollo de la economía de un país, esté o no en crisis, en palabras de Eugenia Bieto, directora general de ESADE Business School. Ahora bien, aunque sí es verdad que puede otorgar una gran libertad, al permitir el lujo de no tener un jefe más allá de nosotros mismos -entre otras ventajas-, ser emprendedor no es nada fácil. No solo requiere de mucho esfuerzo y trabajo diario, ya que el primer empujón para echar a andar no es un camino de rosas, dada la falta de financiación actual.

Desde el Ejecutivo se explica que la razón por la cual se ha llevado a cabo el saneamiento del sistema financiero es que pueda fluir el crédito, «ya que vivimos en un país de autónomos», puntualiza el director general de Trabajo. Además destaca que todas las reformas estructurales adoptadas por el Ejecutivo «tienen como fundamento recuperar la competitividad perdida y construir un modelo de país mucho más solvente». Medidas que confía permitirán a medio-largo plazo que España vuelva a crecer.

A la falta de crédito, se unen otros inconvenientes más psicológicos. Tal y como asegura Daniel Carreño, presidente de General Electric España y Portugal, «no basta con tener buenas ideas, hay que saber comercializarlas y calcular el riesgo», porque «el desarrollo del emprendimiento en España no es cuestión de legislación, sino de mentalidad».

La figura del emprendedor

En definitiva, riesgo, ideas y voluntad de emprender. Un cóctel de características que definen para muchos la figura del emprendedor español. Y es que ser emprendedor hoy es algo más que un empleo. Ser emprendedor es una actitud, una forma de vida. Y en la actual situación que vive España, son muchos los que recomiendan apostar por el emprendimiento para lograr ganarse la vida.

Para emprender hoy en España son determinantes varios factores: el acceso a la financiación, la formación y la dedicación al proyecto. Aspectos que se han tratado de forma profunda en nuestro país en varios foros. Precisamente, el pasado 24 de junio, se cerró la convocatoria de la «Startup Competition 2013», en la que podían inscribirse startups de toda España, pertenecientes a cualquier sector e independientemente del momento concreto en el que se encontrara su empresa. Los proyectos registrados abarcan desde un «business plan» hasta empresas consolidadas que pretenden expandirse internacionalmente. Se presentaron más de 2.000 proyectos que, una vez analizados, han proporcionado una panorámica muy completa y exacta del emprendimiento en España.

Así, las principales conclusiones de dicho análisis dan como resultado un mapa del emprendimiento claro: dos de cada tres proyectos no cuentan con financiación externa; la falta de crédito hace que únicamente el 2% de las empresas sobrevivan a los cinco años; las empresas globales con mayor vocación internacional representan tan solo el 8% de los proyectos presentados; el 86% de los emprendedores son españoles, lo que evidencia la poca atracción del extranjero hacia el mercado español; y, no existe prácticamente cultura emprendedora en las personas con educación secundaria o formación profesional.

Los expertos consultados coinciden además en que en España es un hecho constatable que los hombres ponen en marcha más proyectos emprendedores que las mujeres. En el caso del análisis de Spain Startup, el 77% de los proyectos presentados son de hombres, y el 23%, de mujeres. No obstante, diversos estudios avalan que la tendencia desde 2005 muestra un importante crecimiento del emprendimiento femenino, si bien es necesario incentivar y apoyar a las mujeres para evitar malograr talento fomentando la creación de nuevas empresas.

Es importante matizar que el número de mujeres que se han dado de alta en el régimen de autónomos se ha incrementado de manera muy significativa en los últimos años, muchas de ellas han optado por el autoempleo o empresas unipersonales. De hecho, según un informe de la patronal de los autónomos, ATA, desde mayo de 2008 el número de autónomos varones ha registrado un descenso del 14%, mientras que en el caso de las mujeres es del 5,7%, lo que permite llegar a la conclusión de que las mujeres autónomas resisten mejor que los hombres la crisis.

El 78% de los emprendedores tiene entre 25 y 44 años. Esto implica una buena aceptación de la idea de emprender por parte de los jóvenes, pero, por otro lado, a partir de los 45 años, se reduce bruscamente el porcentaje de emprendedores, bajando hasta el 13%. Los expertos afirman que teniendo en cuenta que este segmento es uno de los más afectados por el desempleo y sin embargo es el que más conocimientos y experiencia aglutina, deberían realizarse acciones de promoción y apoyo al emprendimiento para mayores de 45 años.

El 46% de los proyectos cuenta con financiación propia lo que demuestra que no es imprescindible grandes volúmenes de financiación para crear una startup. Pero si cruzamos los datos con los de la etapa en la que se encuentra la empresa y los años de antigüedad, se deduce que la financiación externa es muy importante para la consolidación del negocio y absolutamente imprescindible si pretenden ser proyectos globales. Tan solo, el 20% de los proyectos cuentan con financiación externa lo que demuestra una vez más que el flujo del crédito en España todavía es muy escaso. Esto estrangula la creación de nuevas iniciativas y el crecimiento de muchas empresas. Y, por tanto, frena aún más la actividad económica.

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